EINE
Escuela de Emprendimiento, Liderazgo e Inteligencia Emocional para Empresas

En EINE Formación concebimos la empresa como una comunidad humana, un lugar donde desarrollarse para alcanzar su máximo potencial, ayudando a la compañía a lograr la excelencia material, emocional, intelectual y moral.

Day-study-1024x701.jpg

Escuelas de E-learning: Escuelas de Autodisciplina

Fred Kofman y Napoleón Hill, van a escribir este artículo por mí, yo simplemente uniré dos de sus reflexiones para explicar el por qué las escuelas de formación online, más allá del conocimiento y flexibilidad que aportan, nos ayudan a autodisciplinarnos.

Gracias a las nuevas tecnologías, vivimos en la era del conocimiento y la hiperconectividad, no es necesario que la persona ocupe un lugar, que tenga presencia, sino que puede hacer viajar su trabajo e ideas a través de la red; basta una conexión wifi y un dispositivo (ordenador, tableta o teléfono inteligente). Esto es algo que solemos señalar a la hora de vender formación e-learning, sin embargo, no solemos resaltar suficientemente, que además de estas ventajas, este tipo de estudios exigen una disciplina férrea, un hábito esencial que puede hacer nuestras vidas excelentes, un hábito que nos da la determinación de no dejar sin terminar, lo que hemos decidido hacer.

Fred Kofman en su trilogía Metamanagement, escribe lo siguiente: Aprender es incorporar nuevas habilidades que posibiliten el logro de objetivos que antes se hallaban fuera de alcance. La única prueba de haber aprendido es la verificación de dicha capacidad mediante la producción del resultado hasta entonces inalcanzable. Nuestra definición del aprendizaje y del conocimiento es totalmente pragmática: no se refiere a la verdad, sino a la efectividad.

La mayoría de los logros humanos requieren de esfuerzos sostenidos, a prueba de decepciones: nadie aprende a caminar repentinamente sin darse algunos golpes; nadie aprende a leer de un día para otro, sin dedicarle tiempo ni cometer errores; nadie se gradúa de licenciado en administración sin “perderse” días de sol estudiando en la biblioteca.

Para perseguir sus objetivos a largo plazo, el ser humano necesita ser capaz de jerarquizarlos, dándoles más importancia que a las tentaciones instantáneas; de otra manera, la atracción del momento es demasiado fuerte.

No nacemos con disciplina, este es un comportamiento que vamos aprendiendo a base de una práctica diaria y repetitiva. Igual que ir al gimnasio, la fuerza de voluntad y la autodisciplina requieren de mucho trabajo.

La motivación es un “extra” que te ayuda a ponerte manos a la obra, pero no es decisivo para la acción. La verdadera clave es el compromiso con uno mismo, aquí no hay tiempo de preguntarse si tienes o no ganas. Es precisamente aquí, donde las escuelas de formación online ponemos nuestro granito de arena. Napoleon Hill lo explica a la perfección.

Napoleon Hill (1883 – 1970), escritor estadounidense y considerado el autor de autoayuda y superación más prestigioso del mundo, nos ofrece una nueva visión en su célebre libro “Piense y hágase rico”, publicado en 1937 y uno de los libros de autoayuda más vendidos del mundo.

 “Las escuelas por correspondencia (o a distancia) son instituciones comerciales muy organizadas. Sus tarifas de matrícula y enseñanza suelen ser tan bajas que se ven forzadas a insistir en la puntualidad y responsabilidad de los pagos. El verse obligado a pagar, sin importar si obtienen buenas notas o no, tiene sobre el estudiante el efecto de seguir adelante con el curso, incluso cuando preferiría dejarlo. Las escuelas por correspondencia no han resaltado lo suficiente este punto, pero lo cierto es que sus departamentos de cobro ilustran la clase más exquisita de entrenamiento en aspectos tales como decisión, prontitud y el hábito de terminar lo que uno empieza. 

Aprendí eso por experiencia propia hace más de veinticinco años. Me matriculé en un curso por correspondencia sobre publicidad. Después de haber terminado ocho o diez lecciones, dejé de estudiar, sin embargo la escuela no dejó de enviarme las facturas. Es más, insistió en que yo efectuara mis pagos al margen de si continuaba estudiando o no. Decidí que, puesto de debía pagar de todos modos un curso (a lo que me había comprometido legalmente), terminaría las lecciones y obtendría de ellas el valor de mi dinero. En aquellos momentos tuve la impresión de que el sistema de cobro de la escuela estaba demasiado bien organizado, pero más tarde aprendí en la vida que eso formó una parte valiosa de mi entrenamiento, por la cual no había tenido que pagar nada. Al verme obligado a pagar, seguí adelante y terminé el curso en cuestión. Más tarde descubrí que el eficiente sistema de pago de aquella escuela también fue provechoso para mí, puesto que acabé por recuperar con creces el dinero pagado, ganándolo gracias al curso de publicidad que había terminado tan de mala gana.”

Constantemente buscamos excusas para no terminar lo que empezamos. Lo disfrazamos de falta de interés, pero es simplemente falta de constancia y compromiso. Las personas con éxito se distinguen por terminar cada tarea que empiezan, aunque no les agrade.

A mí personalmente, sólo me funciona centrarme en algo hasta que lo termino. Es la motivación que necesito para pasar a la siguiente tarea sintiéndome realizado. Los días que tengo varios temas abiertos parece que no avanzo, me frustro. Así que he decidido que la mejor opción, es centrarme en una tarea hasta acabarla.

Un capítulo de la serie Friday Night Lights, ejemplariza a la perfección lo que intento trasmitir. La serie está ambientada en un pequeño pueblo deprimido de Texas, donde las esperanzas de sus habitantes están puestas en el equipo de fútbol americano del instituto, y donde su entrenador, más allá de intentar ganar los partidos, se convierte en un auténtico Coach de sus jugadores fuera del terreno de juego. En uno de los capítulos, uno de sus jugadores, frustrado al no encontrar los resultados deseados en el proyecto emprendido, decide hablar con el entrenador. Esto es lo que le contesta el técnico:

 “Haz lo que creas justo y ponle empeño. Eso es lo que debes hacer. Tenías un plan y lo estás llevando a la práctica, ¿qué tiene de malo si te equivocas?. Te tienes que dar una oportunidad, debes darte tiempo, no puedes enfadarte por intentarlo. Pero no empieces a dejar lo que has decidido hacer sin terminar. Si lo haces, no terminarás nunca nada, te lo aseguro”.

EINE Escuela de Emprendimiento, Liderazgo e Inteligencia Emocional para EmpresasEscuelas de E-learning: Escuelas de Autodisciplina
Comparte esta publicación