EINE Formación

Todo el mundo reconoce la importancia de la formación en nuestra sociedad, pero solemos pasar por alto su papel vital para alcanzar lo que llamaba Aristóteles “el bien supremo”, la felicidad.  Las investigaciones han demostrado que hasta la educación puramente académica contribuye a la felicidad. Numerosas encuestas ha puesto de manifiesto, de forma concluyente, que los niveles superiores de formación tienen ecos beneficiosos en la salud y hasta protegen de la depresión. Las personas mejor educadas son más conscientes de los factores de riesgo para la salud, tienen mayores habilidades para solucionar problemas y también disponen de estrategias más efectivas para afrontar las situaciones.

El camino de la felicidad, una vez cubiertas nuestras necesidades físicas básicas (alimentación, vestido y cobijo) ,como todo en esta vida, se consigue con entrenamiento. La principal diferencia entre ver tenis y jugar al tenis está en la práctica, por ello debemos disciplinar positivamente la mente para transformar nuestra actitud, perspectiva y en definitiva nuestro enfoque de vida. Para conseguir esta disciplina existen muchos métodos y factores, pero en términos generales, uno empieza identificando aquellos aspectos que conducen a la felicidad (bondad, amabilidad, tolerancia, respeto, compasión…) y los que conducen al sufrimiento (odio, celos, colera, envidia…). Una vez hecho esto, es necesario eliminar gradualmente los factores que llevan al sufrimiento mediante el cultivo de los que llevan a la felicidad. La alegría o cualquier actitud mental positiva se puede aprender, del mismo modo que uno se instruye para esquiar o a jugar al golf: con técnica y práctica.

Esto que cuento parece sólo una cuestión de sentido común, algo increíblemente simple, pero no es fácil ponerlo en la práctica. Si queremos verdaderamente aprender a hacerlo, es necesario participar.

Para producir cambios positivos, el aprendizaje sólo es el primer paso. Necesitamos de otros factores, como la convicción, la determinación, la acción y el esfuerzo. De todo ello os iremos hablando en los diferentes posts que EINE Formación irá publicando mensualmente.

Como dice el Dalai Lama: “Si alguien dice, las cosas han mejorado después de pasar por muchos años de dificultades, me tomo la afirmación muy seriamente y es muy probable que los cambios sean genuínos y duraderos. Pero si alguien dice: en muy poco tiempo he tenido un gran cambio, dudo mucho de esa afirmación”.

Queremos ayudaros a producir cambios positivos en vuestras vidas, no tenemos baritas mágicas, toda propuesta de cambio necesita al principio un poco de esfuerzo para acostumbrarse, pero estamos seguros que al cabo de unos meses de práctica se convertirán en rutina y ya no necesitaréis de ningún sacrificio. Tener siempre muy presente que el cambio genuino no se produce de la noche a la mañana. Como díce el psicólogo estadounidense Dan Gilbert, “La felicidad es un asunto de química del cerebro. La genética influye, pero las circunstancias también. Intentar ser más feliz es como bajar peso. No hay ningún secreto para bajar peso: comer menos y hacer más ejercicio. Con la felicidad ocurre lo mismo. Hay unas pocas cosas que se pueden hacer y, si se hacen todos los días religiosamente, el promedio de felicidad irá subiendo”. “Por ejemplo, pasar más tiempo con la familia y los amigos. Es un consejo aburrido, pero es cierto. Somos el animal más social del planeta, se mida como se mida, así que no sorprende que la mayor parte de nuesta felicidad proceda de las relaciones sociales”.

Este blog va precisamente de esto, como solía decir el inventor Buckminster Fuller:

“Si quieres cambiar la manera de pensar de una persona, resígnate. Eso no es posible. En cambio, puedes darle una herramienta cuyo uso la lleve gradualmente a pensar de manera diferente”. Desde EINE Formaciónno os vamos a descubrir la polvora, pero esperamos proporcionaros algunas de esas herramientas.

Saludos a todos y bienvenidos,